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Tus comensales solo esperan una cosa cuando ordenan a domicilio: que su experiencia sea lo más cercana posible a la de comer en el restaurante, especialmente en el contexto actual. Por eso, hemos preparado este artículo con información que te ayudará a optimizar tu delivery y llegar a más personas, sin comprometer tu rentabilidad.

No todos los platos son aptos para delivery

Los platos diseñados para entregas a domicilio tienen que ser fáciles de preparar, fáciles de transportar y fáciles de comer. ¡Es muy probable que debas ajustar tus platos o diseñar nuevos para poder cumplir con estas características! Algunos factores que debes tomar en cuenta son:

  • Caducidad de los ingredientes: Lo ideal es que tu comensal reciba su pedido en 30 minutos, pero tus ingredientes deben poder soportar mucho más tiempo sin perder la frescura, en caso de que la entrega se alargue.
  • Complejidad de la receta: Para poder enfrentarte al volumen de ventas y los tiempos de entrega, tus platos deben ser fáciles de preparar. Reducir el número de pasos o usar ingredientes más simples te permitirá estandarizar la receta, minimizar los desperdicios y evitar atrasos.
  • Tamaño de las porciones: Los alimentos en porciones pequeñas, como trozos de pizza, nuggets o papas fritas, dan menos problemas durante el transporte y los comensales pueden comerlos tan pronto los reciban, mejorando la experiencia.
  • Tipo de empaque que planeas usar: Algunos materiales son mejores que otros para ciertos platos. Los materiales resistentes, como el plástico, son mejores para transportar sopas y líquidos, mientras que el cartón o el papel son ideales para las frituras.

¡Analiza bien estos factores y contrasta las dificultades de ajustar tu menú con los beneficios del delivery!

 

Selecciona tus ingredientes cuidadosamente

El precio y la rentabilidad de tus platos empieza a definirse desde la compra de los ingredientes. Necesitas encontrar un balance entre precio, calidad y facilidad de uso para maximizar tus ganancias. Es probable que tengas que sustituir algún ingrediente para que sea más sencillo adaptar tu menú al delivery, por eso:

  • Estudia la oferta de diferentes proveedores antes de decidirte por uno. Si es posible, solicita muestras de los productos y negocia beneficios para tu restaurante.
  • Acércate también a los pequeños proveedores o proveedores locales. Puede que te lleves una sorpresa agradable con sus servicios.
  • Usar ingredientes de temporada es una excelente opción para darle variedad a tu menú, al mismo tiempo que reduces los costos.
  • Trabaja con una lista reducida de ingredientes que te sirvan para preparar muchos platos y beneficiarte de los precios al mayor. Por ejemplo, puedes usar el pollo para preparar guisos, caldos, arroces, pastas, ensaladas y más. Es un ingrediente versátil.
  • Aprovecha los productos de conveniencia para reducir tus tiempos de preparación.

El análisis constante es la clave de la eficiencia

Llevar un registro detallado de las ventas de tus platos, los costos, su complejidad y el tiempo de preparación te permitirá identificar oportunidades de mejora con mayor facilidad. Luego, usa esta información para optimizar los procesos dentro de la cocina y mejorar la rentabilidad del negocio.

De hecho, esto no solo aplica para tus platos; también aplica para tu personal. Asegúrate de que conocen a la perfección su rol en la cocina y sus estaciones de trabajo. Puede que estén realizando procesos innecesarios sin darse cuenta, o carezcan de la habilidad suficiente para aprovechar los ingredientes que tienen a su disposición. En ese caso, invertir en una capacitación a tiempo podría ahorrarte muchos problemas.

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